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¿Qué le ha pasado a Jane? Y lo más importante, ¿qué le ha pasado a 666 Park Avenue? Era, en un principio, uno de los gallos de la temporada de la ABC, en un año en el que los estrenos de drama en general no han sido todo lo fructíferos que se esperaba. Pero cuando el lugar que ocupaba en parrilla se reveló, algo dejaba intuir las dudas que la cadena tenía en ella. 666 se convirtió en el cierre dramático de la noche dominical, justo después de los dos mejores dramas de la anterior temporada… pero no fue suficiente. Una audiencia floja en su estreno y que ha ido a la baja (y sin frenos) hasta encontrarnos bajo la franja de los 4 millones (esta semana), con unos demográficos pésimos (sobre un 1,3) cada semana. Al menos, tenemos la confirmación de que le darán (más o menos) un final cerrado, en el que todos los interrogantes (que son muchos) acaben encontrando respuesta. En este mismo instante no sé si echaré de menos o no la serie: ha sido fugaz y no muy llamativa, pero… ¿qué pensáis vosotros?
La escalera en forma de espiral guarda en su interior un mundo aparte. Uno del que Jane ha regresado sin recuerdos y del que proviene un paciente del hospital en el que se encuentra. La rubia quiere respuestas. Y no es la única. Me saca de quicio y mucho que Henry siga insistiendo en la locura de Jane y los antecedentes que tiene en la familia. Ahora mismo, no sé realmente si el mundo de arriba es la realidad o no. Y me explico: tengo la sensación de que la Jane niña subió las escaleras en su momento y por eso no recuerda lo que vivió allí (totalmente subjetivo el tema, que conste). Porque, sinceramente, creo que lo que separa el portal del sótano es el infierno y el mundo real, de ahí que todas las personas que viven en el edificio no puedan huir si no es muriendo. Vuestras teorías son bienvenidas en los comentarios, porque la verdad, estoy muy perdido.
Las visitas nocturnas de Jane al paciente acaban por dejarle una imagen grabada en la cabeza, un extraño símbolo (que podéis ver en la portada). Tengo que reconocer que la escena de Jane dibujando sin parar me ha recordado a las ya terminadas Kyle XY y The 4400. Por cierto, siempre me quejo de lo fría y sosa que es la interpretación de la ex-Grey, pero me ha encantado en su “momento locura” en el hospital. La cuestión es que la frágil Jane parece solo tener el apoyo total del Detective Hayden Cooper. Ya decía yo que aquí olía a flechazo. Y con Nona, incluso. De mano de la adolescente acude al apartamento 2D en busca de respuestas. ¿Sabéis ya quién espera tras la puerta?
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Para continuar con algo más ligero, volvemos a tener ración de triángulo amoroso. Por un lado han cortado demasiado rápido, o eso parece, la trama de la drogadicción de Louise. Al parecer, Bryan sí que conocía su dependencia de los fármacos y Lou simplemente le había ocultado su recaída, pero tras volver de rehabilitación termina por contárselo, animada por Alexis. Ésta última sigue intentando devorar a Bryan, cosa que consiguió en el anterior episodio y de nuevo en este. Por fin conocemos el verdadero motivo que tiene la vecinita para seducir al escritor: es orden de Gavin. Algo le debe ella y ahora es más que la inspiración de Bryan. Cuando está con Lou es imposible para él escribir: no funciona el ordenador, los lápices se rompen, los bolígrafos no pintan… Y cuando se acuesta con Alexis, las palabras fluyen sin esfuerzo. ¿Qué favor está pagando Alexis? ¿Por qué tiene que pagarlo Lou y Bryan?
Gavin, mejor dicho Kandinsky, sigue torturando a Victor Shaw en busca de la misteriosa caja. Además, conocemos por qué el rehén conoce los secretos de Mr. Doran, y es que es el hijo de alguien que tenía un trato con él. Bajo los juegos mentales del dueño del Drake acaba confesando dónde está: en la tumba de su madre en una iglesia. ¿He sido el único que esperaba algún tipo de “señal” al entrar Gavin el la casa de Dios? El agua bendita ha temblado, pero no sé por qué pero yo esperaba fuego…
Victor ha hecho más que eso. Y es que ha usado a Sasha para liberarse, aparte de descubrirle a Gavin que su hija terminó suicidándose al saber la identidad de su padre (recordemos la carta que quemó Olivia hace unos cuantos episodios). Le ha asegurado a Mrs. Doran que su hija estaba viva, por lo que ésta acaba liberándolo. Por cierto, estoy deseando que terminen las apariciones en pantalla de Kandinsky: no he visto peor personaje en mi vida.
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Lo que realmente le ha pasado a Jane seguimos sin saberlo a ciencia cierta. Además, he intentado exponer algunas de las preguntas que espero veamos resueltas de cara al final de temporada. El próximo episodio es la winter finale, así que no nos volveremos a ver hasta después de Navidades. Todas las quinielas apuntaban al adiós definitivo de 666 Park Avenue y así ha sido, por lo que esperemos que le den el final que se merece para poder decir que la echaremos de menos…